En Montecristi urge un proyecto de rescate de nuestros valores culturales

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Willian Baldayaque



Vivía en Santo Domingo cuando fui por primera vez al ¨Carnaval de La Vega¨. Junto a unos compañeros de trabajo nos animamos, para por fin conocer el famoso carnaval al que todos en el país querían ir. 

El día esperado para conocer el carnaval había 10 autobuses en el malecón, para montar a 600 personas. El viaje incluía especial bus ida y vuelta, coffe break de bienvenida, t-shirt oficial del tour, artículos promocionales de patrocinadores, open bar internacional en el bus, animación del staff, almuerzo, animación, presentación de artistas en una disco en Bonao, DJ’s en vivo en el club, equipo de seguridad, asistencia médica, todo por tan solo RD$2500.00 pesos que se iban a descontar de mi cuenta en dos pago. Es decir que aparte de disfrutar con todos los lujos, económicamente estaba cómodo el pago.

Le hago este reencuentro para que vean que tan rentable es el carnaval de ¨La Vega¨, y como aquí cada año nuestro carnaval en vez de estar mejor, es más triste y solitario. 

Mientras ¨La Vega¨ ha convertido a la Unión Carnavalesca Vegana (UCAVE) en una empresa que genera millones y millones de pesos de ganancias limpia, junto a la alcaldía y los empresarios, Montecristi es un chinchorro de tres pesos. 


Es por eso que cuando sea regidor, voy a someter un programa de rescate de nuestros valores culturales, que incluye crear una Unión Carnavalesca funcional, aliada a los empresarios de todos los sectores de Montecristi. Con mayor inversión en promover nuestro carnaval. Un comité que se encargue de hacerlo más atractivo, que rescate la compasa, los reconocimientos a los mejores toros y civiles, que se vuelvan hacer los concurso de comparsa de cada barrio, como se hacía en la cancha Bienvenida Socias y se pueda vender como atractivo turístico en todos los hoteles del país. 

No podemos dejar que perdamos una de nuestra principal identidad que tenemos, que es el carnaval de Los Toros y Civiles, único en todo el país y en el mundo. 


Nota: El flayer fue un viaje que trate de organizar con compañeros de trabajo y no pude recibir nisiquiera buenos precios para traerlo. Porque otra debilidades que tenemos es la de adecuar los precios al visitante.
En Montecristi urge un proyecto de rescate de nuestros valores culturales
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