Por.- Willian Baldayaque
Luego de mi escrito de ayer, es necesario plantear
las diferencias de las relaciones de ayer a la de hoy, y porque interpreto que
las cosas linda y sana de hace años, hoy se han perdido y porque cuestan
recuperarla.
Antes la relaciones de noviazgo empezaban con
cartas, te tomaba meses en llegarle a esa persona para expresarle tu interés y
sentimientos por ella. Luego de que lograba ese importante paso y era aceptado
por esa persona, el primer beso se tomaba meses y meses en concretizarse.
Pero no había prisa para ese beso, o para hacer el
amor a esa persona, ni para acariciarla y tocar su cuerpo. No, nada de eso,
solo importaba que esa persona te correspondiera y haya dicho que sí, en el momento en que se
lo había propuesto.
Ver a esa persona en la calle o en alguna actividad pública
era suficiente, porque en tu interior tú sabía que ella te correspondía y era
lo que importaba. No había necesidad de presumir de ella, porque solo tu tenía
que estar conforme de a quien corresponderían esos besos.
Pero eran sentimientos sanos, motivado por el amor limpio
e inocente, donde el egoísmo ni la malicia tenían espacios algunos. El propósito
no era mangar o agarrar la tipa, era quererla para toda la vida y superar por
ese sentimiento cualquier circunstancia que se presentara.
Tocarle las manos transmitía una sensación inigualable
de felicidad. Un piquito en sus labios eran un proceso que se tomaba dos o tres
meses, tocarle las nalgas era algo que se tenía que tener cuidado de hacer, y
tomaba algunos seis meses y tenía el riesgo de que se acabara la relación en el
acto. Tocarle los senos y besárselo ya eran cosas de algunos 8 meses,
dependiendo de la experiencia de la joven, bajar más debajo de su cintura eran
cosas que se guardaba para cuando se llegaran a casar, porque la idea era que
su amor duraría hasta el matrimonio.
Hoy las cosas van muy deprisa, la facilidad de ir
acto sexual es tan fácil para las personas que ya no hay tiempo para las
acaricias y poder aprender a besar o encontrar la magia de este acto, que hace
año era lo más importante y significativo.
A pesar de todo esto, ese
sentimiento del amor sigue latente, y tanto el hombre como las mujeres desean
experimentarlo, a pesar de la barrera del orgullo que levantan ante las malas
experiencias vividas. Quizás mi análisis le dañe el negocio a muchos jóvenes que
andan por ahí usando a las jóvenes y utilizándola en nombre del amor.
Pero aspiro a que se
reflexiones sobre lo hermoso de ayer y lo que hoy no hemos convertido. A pesar
de todo esto, yo seguiré siendo soñado, pariguayo, palomo y todo lo que usted
le de las ganas.