Por.- Willian Baldayaque
Siendo apena muy joven inicie mis primeras
lecturas en los periódico que mi padre compraba. En eso tiempo no había televisión,
por lo que era normal, que el periódico lo andará de arriba y abajo, para
encontrar algo que me interesara.
Entre esas largas búsqueda, me encontré con
una columna de la reconocida y controvertida sexóloga dominicana Nancy Álvarez,
conocida en ese entonces, con el nombre ¨Consultando con Nancy¨, un espacio donde
los lectores le enviaban preguntas y ella respondía.
Imagínese a un niño sin el cuidado de su
padre, leyendo todo tipo de pregunta de consulta sobre sexo, sin los padres
imaginar qué tipo de columna me llamaban la atención. Cada lunes esperaba para
ver los diferentes casos y los consejos de esta profesional. Reconozco que
gracias a esa columna comprendí muy joven los temas delicados de las relaciones
entre hombre y mujer, los cuales me dieron la madurez para comprender casos que
hoy en visto y vivido.
Entre esa consulta encontré una pregunta que me
llamo la atención y fue la de un joven que quería saber cómo besar… Nancy le
dijo que no se preocupara por eso, que llegado el momento si lo hacía con el corazón
y deseo, el beso iba a fluir y la experiencia no iba ser necesario. También
recuerdo perfectamente que decía de forma clara. Que un beso debía ser baboso y
mojado. Idea que me hicieron como todo pariguayo creer que me la sabía toda.
Pero aun no había besado a esa edad y francamente, no era una preocupación de
los jóvenes de mi edad de ese entonces.
Para suerte mi primer beso fluyo como si
ambos fuéramos experto. Era el primer beso de esa joven y era el primero mío y
sea lo que sea que lo hicimos y como lo hicimos, fue especial, porque fue tal
como Nancy decía, con deseo y con el corazón puesto en el.
Sin embargo en la actualidad en muy penoso lo
que he tenido que vivir, como es obvio he dado mis besitos por ahí y un 80% de
esas chicas, necesitan urgentemente clases de cómo besar, pero ya!. Porque
simplemente lo que están haciendo no es besar, sea lo que sea que creen que
hacen, avergüenza la belleza que encierra ese evento sublime, que nace de las
ganas y del corazón, entre un hombre y una mujer que se atraen.
Aunque tengo la capacidad y soy un
profesional en la materia, no puedo dedicarme a enseñar a todo el mundo aquí.
Por lo que tendré que ver como creó una especie de consultorio, donde reciba a ciertas
inexpertas y poderla conducir con paciencia hacia el verdadero acto extraordinario, bello y de gran
emoción, que da el besar de forma correcta.
Le
aviso cuando inicio las consultas…