Por.- Willian Baldayaque
Como cada año, al inicio del ciclo escolar, los maestros reciben una jornada de actualización y capacitación. Sin embargo, las quejas no faltan cada año respecto a la alimentación, así como el silencio de profesionales que permiten ser tratados de esta manera, cuando sabemos que por 150 pesos donde la prima La Nana Darlin, se podría disfrutar de un plato responsable.
Aunque la jornada de verano es una fase preparatoria para los docentes, que busca garantizar un inicio de año escolar exitoso y mejorar la calidad de la educación impartida, el servicio que se sigue brindando a los maestros deja mucho que desear.
Dios les ayude a superar con vida esta jornada, que en vez de llamarse de verano, debería llamarse de miseria.