Por.- Willian Baldayaque
No me molesta, ella sobrevivirá y está a tiempo para aprender. Sin embargo al ritmo que vamos mañana nuestro principal ritmo no será el merengue, si no el dembow y demás género, ya que nuestras autoridades nisiquieras se han preocupado por promover nuestro ritmo y a la vez nuestra identidad.
Es bueno que recordemos que lo que nos hace
dominicano son el conjunto de rasgos o características, como la música, el
baile, himno, colores de la bandera, entre otros, pero que al igual que el
merengue se está yendo a la M.
Cuantos jóvenes usted ve bailando merengue en los llamados ¨Party¨
o ¨Fiesta¨ que se realizan?
A qué joven usted ve invitando a una joven a bailar merengue
para decirle algunas cosas linda en los oídos y quemarla un chin?
Ya nisiquieras es el merengue que se escucha en las fiestas,
sino que es el dembow y el teteo. La menor desguañangándose con las nalgas para
arriba y el joven como un bombolon pegado y tratando de hacer algo.
Si, se baila merengue aun, pero la nueva generación no está
aprendiendo, porque en las fiestas o actividades
no lo ve.
Para mí, culpable no es solo los gobiernos, sino también los
merenguero viejo, que solo viven del ritmo, y no ayudando a que surja otra
generaciones. Son culpables los empresarios que ya no contrata o invierten en
nuevos grupos, también los negocios que prefieren pagar miles de pesos en un
dembowsero y no en un grupo de baile.
Y es mucha mentira que una banda de merengue es más costosa,
porque un dembowsero le pagan mínimo 80 mil pesos y eso 80 mil pesos dan para
pagarle a cada músico una cuota, que por muy mínima que sea, en gran cantidad
de fiesta rentan bien.
Invito a todos a rescatar el merengue, que no muera porque
con el morirá una de nuestra principales característica del dominicano y no
puede existir un dominicano, sin merengue.
Mi hermana Marizol Baldayaque y mi sobrina Roselis Martínez son
responsable que mi hija mayor vuelva a Santo Domingo, sabiendo bailar merengue,
como yo no me enseñaron a mí a temprana a edad, pero ella está a tiempo.