Por.- Willian Baldayaque
Riin Urbanik es de esos extranjeros que a pesar de haber
viajado y conocer todo el mundo, llega a nuestro país y se enamora de esos
paisajes que para nosotros por tenerlos cerca nos parecen comunes.
En una visita de paseo a la provincia de Montecristi,
conoció playa Buen Hombre hace ya alrededor de 6 años. Al ver los hermosos
paisajes que adornaban este lugar, descubrió que en esta playa paradisíaca,
contaba además con las condiciones más aptas del país, para practicar el
¨Surfing¨, por lo que decidió poner todo su esfuerzo y empeño para iniciar una
escuela para turistas amantes de esta disciplina.
Gracias a su esfuerzo e inversiones para limpiar y darle
condiciones a lo que era un vertedero, logro obtener la licencia que tiene el
Club Náutico Buen Hombre, logrando además que dicha playa fuera incluida como
playa turística de la República Dominicana.
Sí usted aún no conoce
Playa Buen Hombre, conocerá uno de los lugares más hermosos entre el mar
y las montañas, donde también se
encuentra el club Kite Buen Hombre, una escuela y club de Kite Surfing con la
certificación más importante de este deporte, la IKO, donde los profesionales
más importantes de todo el mundo, así como aprendices se trasladan cada año a
este país a practicar windsurf, kite y surf a Buen Hombre, una comunidad pobre
y olvidada por el Estado, y que Riin Urbanik logró colocar en los ojos del
mundo.
Pero ¿qué está pasando ahora mismo en Buen Hombre? Pese a
las advertencias de las autoridades de salud ante el brote de la pandemia del
Covid-19, las autoridades locales han dado la espalda a su responsabilidad y en
los últimos meses el lugar ha sido asediado por invasores a los 60 metros de la
playa sin respeto alguno al toque de queda.
No solo están parqueados dentro del límite de los 60 metros
que la ley establece como espacio de la playa, sino que reina la contaminación
ambiental y sonora proveniente de los autos, a la vez que es golpeada por la
delincuencia y la corrupción.
Lo que un tiempo era una zona famosa por la pesca, es ahora
invadida por ciudadanos de diferentes partes del país y de la misma provincia,
que prefieren este lugar porque se puede violar la ley a sus anchas. Los
disparos a altas horas de la noche y la madrugada no sorprenden y mucho menos
los montones de basura producida por los caseteros y visitantes, que de no ser
recogida por los empleados del club de Riin Urbanik y sus miembros va a parar
al mar.
Mucho esfuerzo y dinero ha tenido que invertir Riin Urbanik
para que la situación mejore, pero las autoridades dicen que queda muy lejos
para patrullar una zona tan importante y los pocos policías que llegan, se
dejan sobornar de los invasores, permitiendo así que continúe el desorden.
Las cualidades de playa Buen Hombre son infinitas, a pesar
de ser rural, se necesita autoridades presentes que pongan un orden, un
destacamento como CESTUR, presencia de autoridades de la Alcaldía, de la
Policía Nacional, de los ministerios de Turismo y Medio Ambiente.