Los domingos son considerados como días de
descanso y paz para muchos, pero, aun así, son estos los que registran
la mayor cantidad de homicidios, según arroja un informe estadístico que
abarca desde enero a septiembre de este año en el país.
Solo en el primer día de la semana hubo al menos 188 crímenes
mortales de 801 ocurridos en el territorio nacional, mientras que los
lunes ocurrieron 122, ocupando este el segundo lugar en los registros de
homicidios, de acuerdo a datos extraídos del Observatorio de Seguridad
Ciudadana.
En la lista sigue el sábado con 112, el viernes con 111, el martes con 108, el miércoles con 82 y el jueves con 78.
Las armas de fuego y las blancas fueron las más recurrentes para
cometer estos crímenes, representando un 48 y un 37% de la cantidad
total respectivamente.
Mientras que el 9 por ciento son a causa de golpes contundentes y 6
por ciento restantes son por otros métodos no registrados en el informe.
De acuerdo con el estudio, en comparación con el mismo período de
tiempo de 2017, en el presente año hubo una reducción de un 15 por
ciento, o de 145 homicidios.
Estos datos también arrojan que más de la mitad de los homicidios
suceden entre personas que conviven, con un 505 de los casos; 237 son a
manos de delincuentes y 58 por razones desconocidas. El 86 por ciento de
las víctimas fueron hombres y el 14 por ciento restante, mujeres.
Entretanto, adolescentes y adultos jóvenes, dentro del rango de edad
de 15 a 29 años, encabezan la lista con más homicidios: hubo 276 en
total en este renglón.
Verano fue la época con más crímenes de este tipo: hubo al menos 358.
Julio registró la mayor cantidad con 112. En verano de 2017 hubo 303, o
sea 55 menos.
En las vías públicas matan a más personas, según el boletín solo en
estas áreas ocurrieron 587. Mientras que en las casas hubo 117; 48 en
entidades comerciales, 23 en fincas, montes o solares; 6 en cárceles, 3
en hoteles y 18 en lugares desconocidos.
¿Que es un homicidio?
Según la enciclopedia libre Wikipedia, el homicidio tiene cinco clasificaciones generales, atendiendo el elemento subjetivo del agente:
Según la enciclopedia libre Wikipedia, el homicidio tiene cinco clasificaciones generales, atendiendo el elemento subjetivo del agente:
Homicidio doloso: cuando exista la intención positiva de inferir la
muerte a la víctima. Es decir, que el sujeto activo tiene la capacidad
de querer y entender las consecuencias de su conducta y producir el
resultado de muerte.
Homicidio involuntario, también llamado homicidio culposo o
negligente: cuando se conoce el posible resultado de muerte, y sin
embargo se cree poder evitarlo, pero falla y esta se produce. También se
presenta cuando definitivamente se ignora dicho resultado, pero de
igual forma se mata.
La punibilidad en este caso surge amparada por el deber que toda
persona tiene de abstenerse de causar daño a otra, y las acciones
carentes de intención y omisiones que conlleven a la muerte serán
susceptibles de juzgarse conforme a las leyes penales.
Homicidio preterintencional: hace mención al desbordamiento de las
intenciones del causante, en las que primitivamente se quiso dañar, pero
que desafortunadamente resultó matándola. Por ejemplo, si se desea
simplemente golpear a alguien para causarle unas magulladuras, y se
termina matándolo. Se ha afirmado que el homicidio preterintencional es
un punto medio entre el dolo y la culpa; dolo frente a la acción y culpa
frente al resultado.
LAS CLASIFICACIONES DE LOS HOMICIDIOS
El homicidio involuntario también se presenta cuando definitivamente se ignora dicho resultado, pero de igual forma se mata. La punibilidad en este caso surge amparada por el deber que toda persona tiene de abstenerse de causar daño a otra, y las acciones carentes de intención y omisiones que conlleven a la muerte serán susceptibles de juzgarse conforme a las leyes penales.
El homicidio involuntario también se presenta cuando definitivamente se ignora dicho resultado, pero de igual forma se mata. La punibilidad en este caso surge amparada por el deber que toda persona tiene de abstenerse de causar daño a otra, y las acciones carentes de intención y omisiones que conlleven a la muerte serán susceptibles de juzgarse conforme a las leyes penales.
Homicidio preterintencional: hace mención al desbordamiento de las
intenciones del causante, en las que primitivamente se quiso dañar, pero
que desafortunadamente resultó matándola. Por ejemplo, si se desea
simplemente golpear a alguien para causarle unas magulladuras, y termina
matándolo. Se ha afirmado que el homicidio preterintencional es un
punto medio entre el dolo y la culpa; dolo frente a la acción y culpa
frente al resultado.
Homicidio simple: aquel que se comete a falta de las cuatro agravantes, que son premeditación, alevosía, ventaja y traición.
Homicidio calificado: es un delito cuya acción está constituida por
la muerte que un hombre causa a otro de manera intencional, realizado
bajo ciertas circunstancias específicas.