Una serie de explosivos enviados a las viviendas
de Hillary Clinton, del ex presidente Barack Obama y a las oficinas en
Nueva York del canal de noticias CNN fueron interceptados por las
autoridades el miércoles, en un inusual intento de violencia contra
figuras despreciadas por sectores de derecha.
El gobernador del estado de Nueva York Andrew Cuomo dijo que su
despacho recibió un paquete similar, pero luego la policía dijo que no
se trató de una bomba y no estaba relacionado con los demás.
El FBI dijo que la Deborah Wasserman Schultz, representante demócrata
por Florida, también recibió uno aunque en ese caso parece ser que el
paquete tenía la dirección de ella como remitente y fue devuelto. El
lunes se había descubierto un artefacto similar a la entrada de la
vivienda del filántropo multimillonario George Soros.
No ocurrió explosión alguna y nadie resultó lastimado.
Los sucesos tienen lugar dos semanas antes de unas elecciones que
servirán de referéndum sobre el gobierno de Donald Trump y en que la
balanza del poder en el Congreso podría cambiar. Todo esto en medio de
un ambiente político ya crispado en torno a temas candentes como
inmigración, los jueces de la Corte Suprema y la violencia sexual contra
las mujeres. El presidente Trump declaró que “actos o amenazas de
violencia política no tienen lugar en Estados Unidos ... en estos
momentos tenemos que unirnos”.
“Estos hechos atroces son repugnantes”, dijo el mandatario asegurando que “esta declaración es muy bipartidista”.
Agregó que estaba siendo actualizado por sus asesores sobre “estos
actos despreciables” y que se ha iniciado “una gran investigación a
nivel federal”.
No mencionó por nombre a ninguno de los destinatarios de los paquetes
pero expresó: “estamos sumamente molestos, enojados y descontentos
sobre lo que vimos esta mañana y llegaremos al fondo del asunto”.
GOBERNADOR DISPONE DUPLICAR SEGURIDAD
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció ayer que se duplicará el personal de seguridad desplegado en determinados lugares clave del estado. “La seguridad del público es nuestra prioridad número uno, y por ello estamos implementando todas las medidas de precaución necesarias”, afirmó Cuomo en un comunicado remitido a la prensa.
El gobernador detalló que desplegará a 100 soldados de la Guardia
Nacional adicionales y que ha dado órdenes a las fuerzas de la ley para
que dupliquen su presencia en lugares como el aeropuerto de LaGuardia y
el JFK, además del sistema de transporte público, puentes y túneles.
Entre ellos, los puentes de George Washington, RFK, Verrazzano-
Narrows, Bronx-Whitestone, Throgs Neck, Henry Hudson, Marine Parkway-Gil
Hodges Memorial, Cross Bay Veterans Memorial y Mario M.Cuomo.