Willian Baldayaque
Ciertamente no hay suficiente empleos para
todos en nuestra provincia, ni en el sector público, ni mucho menos en el
sector privado. Pero mucho peor, no hay un plan estratégico vía a solucionar
este problema macro que afecta a tantos hogares en nuestra provincia y que
afecta su movilidad económica, social y hasta educativo, ya que sin dinero
nadie se forma o capacita.
A este problema se suma, que muchos esperan
que las cosas solo se resuelvan con el tiempo y se quedan en sus hogares a la
esperanza de ese milagro del cielo, sin hacer absolutamente nada, para cambiar esa
triste realidad.
Cuando vivía en Santo Domingo le pregunte a
un señor que vendía chocolates en la avenida Duarte, si le rentaba económicamente
para él y su familia vender todos los días los chocolates. A lo que respondió
no solo con una repuesta afirmativa, sino también la cantidad de miembros que de
esta actividad dependían, las cuales eran exactamente 6 miembros, entre los
cuales se encontraba su esposa, madre y 4 hijos.
Veamos:
El vendía los chocolates a 10 pesos y vendía
al menos a 100 personas de las cientos que pasa por la Duarte, para un total de
RD$1000.00 diarios o más, producto de las ventas. Esos RD$1000.00, usted lo
multiplica por 30 día de venta, y al final del mes usted tiene un margen de
salario de RD$30,000.00, sin calcular que podría aumentar la hora de trabajo y así
obtener mayores ingresos.
O sea un chiripero que vende chocolates,
puede ganar más que un empleado de oficina, que está obligado a trabajar más
hora y sujeto a un aumento cada año si los gremios y el sector privado se ponen
de acuerdo. Cosa que muy poco hacen y cuando lo logran es apena un 8% que te
aumentan al final.
Lo que deseo significar señores, es que hay
muchos negocios informarles que usted se puede dedicar y obtener mejores
salarios que cualquier oficinista que usted ve muy bonito en una oficina, con
ropa cara, pelo bien arreglado, prenda y en el caso a joven hasta con corbata,
que ganan mucho menos que esos chiriperos.
Obviamente, para dedicarse a este tipo de
negocios informales, usted necesita dejar muchas cosas, como son la vergüenza al
trabajar, la timidez, la haraganería y la arrogancia de creer que dedicarse a
realizar ese tipo de trabajo afecta tu dignidad. Cuando más vergüenza debe de
dar que usted sea una o un manganzón que está a costillas de sus padres sin
general ningún tipo de beneficios al hogar.
Más vergüenza debe de dar que usted se limpie
con un papel que no compro, que se cepille con pasta que no compro, que se lave
con un jabón que no compro y que se siente a comer algo que usted no realizó ningún
esfuerzo para que estuviera en su mesa calientica.
Levántese de ahí haraganes y empiece a pesar
que harán con su vida, porque no se justifica su conducta acomodada y arrimada
a sus padres.