Willian Baldayaque
Ayer 15 de julio se
conmemoro el 142 aniversario de la muerte del patricio Juan Pablo Duarte,
precursor y auto con un grupo de grandes hombres de esta nuestra Patria.
Quienes empeñaron su vida a cambio de liberarnos del yugo haitiano, que
había ocupado militarmente nuestra parte de la isla por un período
que duró 22 años.
A pesar de ese
orgullo que expresamos de ser dominicanos, no fue realizada en la provincia ninguna
actividad cívica por las autoridades (Alcaldía y Gobernación) que nos
prescinden en Montecristi, en conmemoración a esta importante fecha, que sirve
para recordar lo mucho que costo el construir lo que hoy somos y lo que le
permite a ellos (Alcaldía y Gobernación) manejar millones de pesos como fondos
públicos.
Aunque no soy muy
dado a escribir sobre este tipo de tema, no quiere decir que no represente
mucho para mí, ya que reconozco que la vida de Duarte representa la etapa más
importante de mi formación ideológica, la cual admito no fue para nada gracias
a lo que aprendí en la escuela pública.
Pero me da mucha
cuerda que el libro ¨El cristo de la libertad¨, de Joaquín
Balaguer, el cual descubrí en mi adultez en Santo Domingo, me enseño más de
Juan Pablo Duarte, que lo que aprendí en 9 o 10 años de educación primaria y 4
de secundaria en mi tiempo y me atrevo decir que enseña más que lo que se da en
la actualidad. Significando esto una burla y vergüenza para la memoria y las
cenizas del Patricio que en las aulas de hoy en día, lo que se enseña de su
biografía es pura mierda.
La más reciente
burla a la memoria del Duarte, fue la muestra del busto en su memoria en la
Plaza de la Bandera en el día de ayer, la cual no sigue mostrando a un Juan Pablo
Duarte viejo, fúnebre, demacrado, pálido, enfermo y triste. Un Duarte que en vez de
inspirar lo que causa es asco y pena, con un rostro de amargado de mirada
perdida y confundida…
Porque no se
muestra a un Duarte joven?
Duarte salió a
estudiar fuera a los 17 años, edad en la cual ya manifestaba preocupación por
la libertad de su patria y regreso al país, para fundar a sus 25 años la organización conocida por todo como la sociedad
secreta la trinitaria en el 1838, creada para
luchar contra la invasión haitiana y por la
independencia.
El 27 de
Febrero del 1844 a sus 31 años de edad, vio cumplido como ideólogo principal,
su sueño de independencia del país, que inicio con el grito de Ramón Matías
Mella en la puerta de la Misericordia y no en la puerta del conde como aún
estúpidamente se enseña en nuestras aulas.
Aunque
posteriormente ocurrieron varios sucesos que empeñaron dicho logro, es
importante resaltar que es lo que me compete en este artículo, que nuestro
Duarte fue un hombre joven cuando inicio la carrera que hoy no hacen orgulloso
de ser dominicanos. Incluso los 9 jóvenes que participaron en la fundación
de La Trinitaria sus edades comprendía los 17 a 30 años de edad.
Me molesta que hoy
en día, se siga promoviendo en las aulas y en todas las fotos a un Duarte viejo
destartalado, evitando así que ningún joven se inspire en su legado,
escondiendo además el rol que la juventud ha jugado en las luchas del pueblo
dominicano.
Concluyo invitando
a las autoridades que algún día este error de promover un Duarte viejo se pueda
remediar, y que mis recomendaciones sean vista, no como una insistencia o
capricho de mi parte, sino más bien como una muestra de respecto a fundador de
nuestra Patria.