Willian Baldayaque
Montecristi
En
una ocasión participe en un taller de emprendedorismo de los cientos que llegan
a Montecristi. No menosprecio el interés
que algunas instituciones públicas han mostrado, para traer especialista y hablarnos
sobre el tema. Eso lo aplaudo y sé que tiene sus beneficios, pero siempre dependiendo
de las personas que lo haya tomado.
En
lo personal creo mucho en la evolución del pensamiento y que las ideas deben de
ir adaptándose a los nuevos tiempos, actitud que las instituciones dedicada al
promover estos talleres no logran entender y así, sus ayudas resulten más eficaces.
Pero
no es así, en los talleres vemos surgir miles de proyectos nuevos, cientos de
ideas, decenas de brillantes iniciativas y todo se van a la M, por un factor primordial….Los
recursos…
En
una ocasión interrumpir una reunión para consultar si detrás de otros talleres
que llegaba a mi querido pueblo, tenía al menos en sus planes, contemplado el financiamiento
de los talleres. La repuesta fue un rotundo NO, acompañado del argumento de que
no solo es el dinero…
En
un país donde el 48.4% de los dominicanos trabaja en el sector informal, cifra según
la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), no le veo la
vuelta que sigan trayendo talleres para emprender, cuando aquí lo que se
necesita es dinero. Idea y recursos para crear negocios hay de sobra.
De
modo que si existiera la verdadera intención de ayudar a los emprendedores,
esos mismos países que financia dichos talleres, al menos a las mejores ideas, deberían
de apoyar con recursos y no con más ideas de cómo hacer lo que en otros
talleres identificaron que es más factibles para ellos.
Más
penoso es ver las instituciones financieras del Estado, como es el Banco de
Reservas y Banca Solidarias que le dicen a los emprendedores, que no hay
recursos para sus proyectos y así ver sus ideas y sueños frustrados. Pero si es
para un salón, una paletera, un motor para concho o una fritura, automáticamente aparece el
dinero, como si lo que se pretendiera fuera mantener la miseria y no ayudarle a
alcanzar mayores sueños con sus proyectos.
Yo
particularmente estoy harto del tema emprendedorismo, son como los libros de superación
personal, que solo se hace de dinero aquellas personas que lo escribes, igual
que aquellos que solos nos dicen como emprender, pero sin el empujón de los
recursos.
La
gente lo que quiere es dinero para desarrollar sus negocios, vamos a ser un poco más serio y dejar esos talleres cuando a los mejores proyectos se tenga intención de aportar.