Por.- Willian Baldayaque
Mi profesora de literatura Mere, decía: "Las personas se miden por cerebro, no por la estatura física".
Está frases la utilizaba para dar a entender a aquellos estudiantes que se paraban a su lado y se reían de su estatura. De que en la vida no iban a ser evaluado o juzgado por su estatura física, sino por lo que se encuentre en su cerebro, es decir por su formación, capacidad e inteligencia que hayan adquirido.
Hoy en día las cosas son diferentes, pero no mejor, los jóvenes y estudiantes en su mayoría siguen considerado que la grandeza o superioridad de las personas se evalúa en esta ocasión por el tipo de ropa que usan, las marcas que utilizan, los lugares que visitan y los tipos de bebidas alcohólicas que consumen.
Sin embargo, la cantidad de cursos técnico que ofrece "La Madre Teresa", no son aprovechados por estos sectores, que bajo el efecto aún de la resaca, reclaman que en Montecristi no hay oportunidad para los jóvenes.
Soy de quienes piensan que el desarrollo debe de ser mental y no estructural. Prefiero menos edificios, menos turistas, menos inversiones y más ciudadanos capacitados en diversas áreas, prefiero jóvenes que dominen los idiomas inglés y francés como muy económico se pueden formar. Jóvenes emprendedores incursionando en los negocios, generando nuevos empleos e ingresos para sus sustento propios y de la familia.
Concluyo diciendo que el desarrollo debe de ser mental. Sino empezamos por ahí, no hay garantía de que ese desarrollo sea sostenible sobre la base de la pereza, incapacidad, pero sobre todo sobre la base que impera: La mediocridad.