Este fue el título de una charla organizada por el Movimiento Acción Solidaria y magistralmente efectuada por el orador y catedrático Willian Peña.
Ustedes quizás pensarán el por qué traigo a colación este tema, permitanme explicarles el porque.
Montecristi adolece de muchas debilidades que nos hacen vulnerables
ante el desarrollo, pero en estos días ha llamado mi atención una en
especial y es la falta de calidad en los servicios y la atención al
cliente.
La calidad en el servicio y la atención al cliente parece ser una meta dificil de lograr en algunos lugares comerciales en Montecristi, y es que resulta casi una pesadilla cuando vas a los lugares de referencia con la esperanza de que te brinden un buen trato, y en lugar de eso los empleados te reciben con cara de que estan "jartos" de estar ahi, como que la vida les hiede y lo que menos quieren es tratar con gente. Pero no culpo a los empleados por su actitud, al fin y al cabo ellos solamente son peones, muchas veces mal pagados, que solo albergan la esperanza de encontrar algo mejor.
Los empleadores por su parte deberían abogar por profesionalizar los servicios, estandarizar los procesos, y generar buenos entornos de trabajo para sus empleados y siempre tener presente que su negocio subsiste por y para los clientes.
Estoy segura que si se trabajara más en la atención y el servicio que se le da al usuario esto constituiría la punta de lanza en el crecimiento económico, no solo de los negocios, también de nuestro pueblo, facilitando así las vías de desarrollo para el turismo.
De mi parte y para evitarme malos ratos y pagar por servicios que no satisfacen mis expectativas, seguiré acudiendo a los pocos lugares que de verdad les importa como se sienta el cliente.
La calidad en el servicio y la atención al cliente parece ser una meta dificil de lograr en algunos lugares comerciales en Montecristi, y es que resulta casi una pesadilla cuando vas a los lugares de referencia con la esperanza de que te brinden un buen trato, y en lugar de eso los empleados te reciben con cara de que estan "jartos" de estar ahi, como que la vida les hiede y lo que menos quieren es tratar con gente. Pero no culpo a los empleados por su actitud, al fin y al cabo ellos solamente son peones, muchas veces mal pagados, que solo albergan la esperanza de encontrar algo mejor.
Los empleadores por su parte deberían abogar por profesionalizar los servicios, estandarizar los procesos, y generar buenos entornos de trabajo para sus empleados y siempre tener presente que su negocio subsiste por y para los clientes.
Estoy segura que si se trabajara más en la atención y el servicio que se le da al usuario esto constituiría la punta de lanza en el crecimiento económico, no solo de los negocios, también de nuestro pueblo, facilitando así las vías de desarrollo para el turismo.
De mi parte y para evitarme malos ratos y pagar por servicios que no satisfacen mis expectativas, seguiré acudiendo a los pocos lugares que de verdad les importa como se sienta el cliente.