Por.- Willian Baldayaque
No lo podía creer, que profesionales de esta carrera
se rebajaran al nivel de pica pollo, como suele suceder en las campañas
electorales. Pues nada más y nada menos que en las recientes elecciones al
colegio de abogado en Montecristi, no falto la tentación de ser provocado el
negociar un voto a cambio de mil pesos, equivalente a un pica pollo, combustible
y una cervecita.
Siempre he tenido mucho respecto por los abogados,
ya que es una carrera que dota al profesional del derecho, de la dignidad necesaria
para no doblegarse en la vida. Debido obviamente a conocer ampliamente sus
derechos, lo que demuestran cuando asumen la defensa en los tribunales. Siempre
con la mirada el alto, seguro de sí mismo.
Sin embargo el enterarme hoy de que muchos de estos
abogados, cayeron ante la baja calaña de un pica pollo. Es motivo de mucha preocupación,
ya que verlo igualarse a cualquier ciudadano de barrio, sin ninguna preparación
académica ni criterio, estableciendo así, que nisiquiera los abogados,
conocedores de las leyes se respetan en este país.
El abogado
tiene mil forma de sostenerse económicamente, por lo que rebajarse a tomar un
pica polla, una cerveza y algo para el combustible, a cambio de su voto. Da más
asco que vergüenza. Fooo